En busca del vellocino de oro, Jasón contó con la ayuda de varios héroes griegos como Hércules, que era acompañado en la ventura por su favorito, HYLAS, un joven de extraordinaria belleza y por el que sentía un profundo amor.
Hylas, queriendo agradar a Hércules fue en busca del agua mas clara y fresca que pudiese encontrar hasta que dio con un manantial habitado por un grupo de ninfas, que enamoradas del chico lo arrastraron al fondo con ellas, dejando unos lotos en la orilla.
En La Odisea, Homero habla de las flores de loto como un manjar que hace olvidar…